domingo, 29 de junio de 2008

Kurváno


Esta ceremonia se realiza para solicitar el restablecimiento de la salud de algún gitano o para proteger a los niños de los malos espíritus. En primer lugar, se compra un cordero (sólo puede ser este animal). A éste se le coloca una vela en su cabeza y se le da a beber un poco de agua en una fuente. Posteriormente el animal se degüella y con su sangre se le hacen tres cruces a la persona afectada (una en la frente y una en cada mejilla). La cabeza del animal debe botarse, pues de acuerdo a la creencia de los gitanos allí quedan los malos espíritus. El resto de la carne se asa y se reparte entre los gitanos del campamento.
En esta ceremonia participan el rom y la romí. El rom es el encargado de matar el cordero y hacer las cruces a la persona afectada; la romí es la encargada de sostener la vela sobre la cabeza del cordero y al bebé. Ambos son los encargados de repartir la carne entre los demás gitanos.